Lamiendo calzado

La acción de lamer zapatos, botas, botines, sandalias... proporciona mucha información sobre los mismos. Distingo mejor la calidad de un zapatos con la lengua que con los ojos.
He lamido suaves botines de piel vuelta que te invitan a acariciarlos con la cara, he degustado el suave sabor del cuero en una botas buenas. También he sentido el sabor y tacto más fuerte de botas de peor calidad, con más plástico.
Buena parte de la gracia de besar el calzado es oler el mismo. Cada zapato tiene su olor característico, especialmente si es bastante nuevo o usado en ciertas circuntancias. Por ejemplo algunas sandalias tienen uin olor/sabor mezcla de cuero, crema y sudor que me vuelve loco. Hay botas que de la humedad adquieren un olor muy característico en su interior.
Pero la gracia de adorar el calzado, como toda actividad femdom, no tiene gracia si no va orientada a la adoración de tu ama. Así, besar la punta de los zapatos como saludo es un gesto a la vez hermoso y sumiso que puede reconfontar por igual al sumiso y su dueña.
¡Ay! Que nostalgia de recordar estas cosas...