miércoles, 18 de febrero de 2009

La debilidad de las democracias occidentales


No me considero Nazi. Tampoco fascista. No soy comunista ni anarquista. Tampoco soy demócrata. Creo que cada sistema tiene algo de bueno del que se debe aprender.
La razón por lo que digo esto es por una frase de Hitler que no deja de venirme a la cebeza. El hablaba constantemente de la "debilidad de las democracias occidentales". Y es curioso como tantísimos años después, en un munto tan radicalmente diferente, la frase tiene tanta vigencia.
No sé qué nos pasa en Occidente ¿En qué mundo creemos vivir? Mientras elucubramos con libertades y derechos para todo y todos nos ponemos una venda en los ojos y no nos damos cuenta que las cosas no funcionan así. Con buenas palabras no van a cambiar de actitud los piratas Somalíes, ni a dejar de lapidar mujeres los países árabes, ni a dejar de maltratar y esclavizar a su población el gobienro chino.
No nos damos cuenta, pero estamos siendo absorbidos y desmembrados. Corremos un gran peligro de acabar sometidos por personas que no entienden eso de los derechos humanos.
No seamos necios. Una cosa es no esclavizar a las colonias y otra bien distinta es dejar que nos pisoteen y amenacen.
Y es aquí donde cobra sentido la imagen de la cabecera. Es una foto magnífica tomada en Haití. No sé qué me impacta más, si la evidente muestra de opresión, la cara de total sometimiento del detenido o la indiferencia total y naturalidad del policía/militar. Ésta es la realdiad del mundo. Así funciona. Y antes esta jungla sólo cabe firmeza para defendernos.
Dentro y fuera de nuestras fronteras se está germinando el fin de una era, a menos que lo impidamos.

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